Si no me hubiesen contado que el universo es tan grande, pensaría que todo sucede dentro de mí. Que al inclinar la cabeza a la izquierda el horizonte se ladea junto a mí. Que soy un proyector.

En lugar de absorber luz, pensaría que la emito. Ya me entendéis, en vez de recoger fotones y estamparlos en mi retina. No sé, me gustaría creer que no soy el final del viaje del tenaz fotón.

Me encantaría ser un proyector de muchos lúmenes y construir el mundo a medida que lo observo.

Si no me hubiesen contado que el universo es tan grande no andaría buscando culpables.

Me limitaría a proyectar otra película.